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El otro día, dando un paseo por mi pueblo, Cuéllar, en la provincia de Segovia, me di cuenta de que habían sustituido los típicos cubos de basura por pequeños contenedores soterrados (subterráneos).
Pienso que es una gran iniciativa para la limpieza, la higiene y el orden en las ciudades, ya que de este modo se eliminan malos olores y basura por los suelos.
Desde otros puntos de vista, este tipo de contenedores favorece la estética en las calles, facilitan el acceso para personas con minusvalía y por si fuera poco, son fabricados con materiales 100% reciclables.